Quizás...no lo se sabe todavía. Lo que se puede decir de esos dos está en las miradas, en las sonrisas, en la felicidad convertida en calmaría cuando uno está en el otro. Está en la forma como se comunican: frecuentemente vía pensamiento. Allí, en eso no espacio-tiempo concretan algo magnífico, sublime llamado amor. Eso amor, al mismo tiempo arriesgado y lleno de ternura, es la clave y antídoto para sus vidas cotidianas, a veces gris. Es como estar en los '60 y de repente te regalan el technicolor. Parece que hay algo comum, familiar entre ellos. Tal vez unas ganas de vivir algo atrapado lejos...un deseo, un fetiche, un interés comum en la búsqueda incesante de algo que se quiere mucho, una voz en el oído...los corazones disparan, las bocas se quieren acercar, los cuerpos echan de menos tanta volupia y paz. Creo que, aunque el reloj del tiempo ande de prisa y os ponga más experientes y seguros, cambiando en definitivo sus naturalezas, algo ya se quedó grabado en la memoria, para siempre.
[TF 24/06/2017]